Amazon: Amazon destrona a Apple: roza el billón de dólares en bolsa en la mitad de tiempo

Amazon: Amazon destrona a Apple: roza el billón de dólares en bolsa en la mitad de tiempo

CARLA RAFFIN / elconfindencial.com

La cosa va de récords. No hace ni un mes que Apple superó el billón de dólares de capitalización bursátil en Wall Street y ya está Amazon a las puertas de ser la siguiente. El gigante del ‘e-commerce’ alcanzó el jueves los 2.000 dólares por acción y, acumulando un alza del 40% en lo que va de año, ya roza en bolsa una capitalización de lo que los anglosajones tildan de ‘trillion’.

Amazon: Amazon destrona a Apple: roza el billón de dólares en bolsa en la mitad de tiempo.

Mucho ha llovido desde que Amazon salió al Nasdaq en 1997, a poco más de un dólar la acción. Para ponerlo en perspectiva, mientras que a Apple le ha llevado casi 40 años alcanzar el billón de capitalización, a Amazon le costará la mitad de ese tiempo (si es que lo consigue, claro). En un momento bajo para algunas de las FAANG, el valor de la empresa fundada por Jeff Bezos está viviendo un año estelar en Wall Street, cotizando muy por encima del alza de 7,8% del S&P 500.

De hecho, la empresa también va viento en popa en lo fundamental: en julio anunció unos resultados récord, registrando durante el primer semestre de 2018 un beneficio neto de 4.163 millones de dólares. Es decir, la friolera de un incremento interanual del 352%. Así, a finales de agosto, la empresa ya afianza los 974.556 millones de dólares en capitalización bursátil, muy cerca del mítico billón.

Cuando Bezos fundó Amazon en 1994, la idea era vender libros, un sector del que es líder. Hoy, sin embargo, la idea es vender de todo. El gigante del ‘e-commerce’ ofrece en su plataforma desde raquetas de pádel hasta aparatos de domótica, objetos hechos a mano, robots con los que hablar

El fundador y CEO de Amazon, Jeff Bezos. (Reuters)

Es más, la firma ha movido una serie de fichas clave en 2018 que dan a entender que su objetivo es diversificar todo lo posible. Por un lado, compró Pillpack en junio, afianzando su posición en el sector de la farmacia y desbancando el mercado de cremas, tiritas o complejos vitamínicos de los locales farmacéuticos convencionales. Es decir, competir en todo lo que no sean medicamentos.

No contenta con poner nerviosas a las farmacias, Amazon también opta por dar guerra al sector textil. La plataforma de venta por internet trajo a Europa en junio su marca blanca de moda, Meraki, ofreciendo prendas básicas tanto para hombres como para mujeres y perfilándose como uno de los mayores distribuidores de moda a finales de este año, desbancando a gigantes como Inditex o Walmart.

El último gran mercado en el que la multinacional parece querer entrar es la banca digital. Hasta ahora, las iniciativas en este sector por parte de la tecnológica se han limitado a tarjetas de marca compartida, y servicios de pago como Amazon Pay y Amazon Cash.

Con el mercado de las ‘fintech’ en pleno despegue, la empresa dirigida por Bezos se coloca así en una posición muy interesante en un sector joven, con el potencial de hacer la competencia a los grandes bancos. No obstante, Goldman Sachs pide cautela: «Pese las oportunidad de Amazon de expandir sus servicios financieros, creemos que la naturaleza de la industria, con un alto grado de regulación, mitigará sus aspiraciones largoplacistas», explica en su último informe sobre la banca estadounidense.

La cotización de Amazon desde que salió a bolsa. (Bloomberg)

«Vemos que las iniciativas de la empresa están concentradas en gran medida en suprimir la fricción en el punto de venta y expander su base de clientes a los consumidores que no tienen tarjetas o están ‘under banked», explica Goldman, que matiza que, «en el lado comercial, parece que la actividad de los préstamos se concentra en ofrecer capital circulante a empresas constreñidas, aunque no creemos que Amazon quiera añadir ningún nivel significativo de riesgo crediticio a sus cuentas».

«Lo que sí que esperaríamos es que Amazon se mantenga concentrado en ofrecer servicios complementarios dirigidos a aumentar el tráfico y volumen en muchos de sus frentes, que funcionarían mejor a través de alianzas con bancos en vez de trastornar el ‘statu quo«.

Un intangible sin igual

Pese a sus esfuerzos por diversificar, de momento, más de la mitad de su beneficio proviene de Amazon Web Services (AWS) —los servidores en que están alojadas miles de páginas y varias de las tecnológicas más importantes del mundo, como Netflix o Airbnb—.

Además, a un PER del 115, Amazon está escandalosamente cara. «Es difícil cuantificar la valoración de Amazon desde una perspectiva fundamental», explica Robert Riesen, analista de Seeking Alpha. Riesen matiza que el precio de Amazon «en bolsa está más bien basado en su potencial», pero cree «que esto es especulativo y aumenta considerablemente el riesgo del valor», especialmente porque, sí, sus ingresos crecen como la espuma, pero «todavía tienen que resultar en márgenes operativos, beneficios y flujo de caja significativos».

Esta es probablemente la razón por la cual los analistas de Morningstar han rebajado su recomendación de comprar a mantener. Con todo, la firma ve con buenos ojos el futuro de la otra ‘a’ del FAANG: «Amazon es la fuerza más disruptiva que ha emergido en el sector del ‘retail’ en varias décadas», zanjan. «Su eficiencia operacional, el potencial de su red y creación de valor intangiblea raíz del servicio al consumidor le proporcionan ventajas de competitividad y sostenibilidad a las que pocos minoristas, si es que hay alguno, pueden igualarse».

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