Amazon desactiva la huelga del Black Friday con amenazas veladas y desvío de paquetes

Amazon desactiva la huelga del Black Friday con amenazas veladas y desvío de paquetes

MICHAEL MCLOUGHLIN / elconfidencial.com/

«Hace un año, esto estaba petado con palés con las ofertas del Black Friday. Estaban todos colocados en un lugar estratégico para dar salida mucho más rápido a esos pedidos. Y ahora no ha llegado todavía ninguno». Esto lo cuenta Nuria, un nombre ficticio tras el que se esconde una trabajadora del centro logístico que Amazon tiene en San Fernando, el mayor que la multinacional de Seattle ha desplegado en España. «Trabajo en el departamento que se encarga de empaquetar todo y dejarlo listo para los envíos. Y llevo varias semanas preparando paquetes para BCN1, que es el código del centro de Barcelona. Están volviendo a desviar la mercancía, como ya hicieron en la huelga del Prime Day«, explica esta joven. Es la estrategia de Amazon contra la huelga que se le viene encima: jugar con otros almacenes, su fontanería logística y una «campaña interna del miedo», como la califican sus propios empleados, para aplacar la rebelión.

Fuente original: Amazon desactiva la huelga del Black Friday con amenazas veladas y desvío de paquetes.

M. MCLOUGHLIN

La plantilla de este almacén, un músculo clave en la anatomía de la versión ibérica de la compañía, vuelve a la huelga este viernes. Una movilización que coincide con la celebración de esta ‘marquetiniana’ festividad importada de EEUU. La protesta se prolongará durante toda la jornada del sábado con el fin de afectar también al normal desempeño del Ciber Monday, la segunda orgía de rebajas (también emulada de la cultura yanqui) que se celebra durante estas fechas. Con estos dos días, ya serán siete las jornadas de huelga que se acumularán en el calendario laboral de 2018.

«No queda otra opción»

Foto: EFE.
Foto: EFE.

El convenio propio que regía el centro caducó a finales de 2016. Se inició entonces un largo proceso de negociación estéril, que se resolvió con la implantación unilateral del convenio sectorial el pasado 1 de abril. Días antes, la plantilla realizó la primera huelga de dos jornadas ante lo que «se veía venir». Fue respaldada al 95%. Repitieron el movimiento el pasado mes de julio, con tres días de paro coincidiendo con el Prime Day. Ahora, tras ocho meses en pie de guerra, vuelven a la carga. «La hice en marzo, la hice en julio y volveré a parar ahora. No se han movido un milímetro y no queda otra opción», remacha Nuria.

Hace un año, esto estaba petado con palés de ofertas del Black Friday y ahora no hay uno

«Aquí hay que luchar contra dos cosas: la desmotivación de un pulso largo donde los resultados tardan en llegar y la maquinaria de presión de la empresa«, admiten diversas fuentes sindicales. Todas las organizaciones representadas en el comité de empresa (CCOO, CGT, CSIT y UGT), en mayor o menor medida, reconocen el poderío logístico de la multinacional para mover la mercancía de un punto a otro de la geografía española. «Si una empresa como PC Componentes, con menos recursos, puede mover un tercio del volumen que mueve Amazon España desde un único centro en Murcia, estos también pueden. Lo llevan a Barcelona y se apoyan en el de Getafe y así evitan que se sufra un colapso», reconoce uno de los representantes de los trabajadores en este órgano. «Pero se trata de visibilizar el conflicto, que no quede enmudecido y que el cliente, aunque no tenga retrasos importantes en los paquetes, sea consciente de lo que hay y del tipo de empresa que es».

«Juegan al divide y vencerás»

Imagen de una de las protestas en San Fernando. (EFE)
Imagen de una de las protestas en San Fernando. (EFE)

«Aquí, Amazon juega al divide y vencerás. En Barcelona tienen otro convenio, acaban de conformar el comité de empresa y aprovechan esa coyuntura. Si el centro del Prat parase, otro gallo cantaría», admite Jose, otro trabajador oculto bajo un seudónimo. «En mi departamento entendemos esto como una lucha contra un gigante. Con una o dos huelgas sabíamos que no iban a cambiar de criterio. Hay que ponerse las pilas y no tirar la toalla. Pero esa conciencia de lucha no la tienen todos los compañeros y ahora se ven más dudas y desafección. Aquí hay mucha, pero que mucha amenaza velada».

ANALÍA PLAZA

Él lleva trabajando más de tres años en la compañía. «Al principio, te diré que me veía jubilándome aquí, entré con condiciones bastante buenas en una empresa que era referente. Si me dicen hace año y medio que voy a estar de huelga, les llamo locos», afirma. El ‘conveniazo’ cambió la perspectiva para este trabajador. «Aquella decisión no la esperaba nadie. Obviamente, viendo los derechos que nos recortaban, decidí secundar las movilizaciones. Y ahí es cuando descubres la cara oculta de la compañía».

«Me pusieron como a un novato»

El centro logístico de Amazon en San Fernando de Henares. (E. Villarino)
El centro logístico de Amazon en San Fernando de Henares. (E. Villarino)

«Ninguno te va a querer decir el nombre. Aquí te señalan y te putean desde que abres la boca un poco de más», cuenta, haciendo alusión a «una campaña del miedo» que se inició en marzo. Todos los trabajadores referenciados en este texto lo hacen bajo un nombre falso, salvo los miembros sindicales, por petición expresa y por el temor a consecuencias concretas. «Hay compañeros que se lo piensan por la pasta que pierden, pero a mí ir a la huelga me ha supuesto repercusiones en el plano laboral. Me cambiaron de un departamento donde llevaba mucho tiempo y estaba supervalorado a otro donde me pusieron como a un novato», recuerda Jose. «Y mi responsable me dejaba caer, sin ponerse colorado, que ahí no era nadie, que tenía que empezar como el último que había llegado».

Muchos de los empleados aseguran que si «abres la boca de más, quedas señalado inmediatamente»

Antonio, otro trabajador ‘veterano’, también se queja de que estas represalias son más comunes de lo que puedan parecer. En su caso, por tratar de «conciliar trabajo y familia». Solicitó hace dos años una reducción de jornada para poder ocuparse de sus dos hijas. «Cuando lo solicité, éramos muy pocos y no te ponían pegas. Te caía alguna pulla de los responsables, que te llamaban funcionario, pero poco más. Ahora es imposible, han endurecido mucho los criterios y ponen muchas trabas», explica.

Durante unos meses, tuvo que irse a otro almacén y desempeñar «tareas encubiertas de una categoría superior». «Aunque no me supuso una mejor nómina, era una formación idónea para intentar ascender en un futuro cercano». Al regresar a MAD4 (el nombre clave para el centro de San Fernando de Amazon), todo cambió. «No solo no me devolvieron a mis tareas anteriores sino que me pusieron en un corral a abrir cajas. Fui a quejarme al mánager y tuve que oír que había puesto por delante mi familia a la empresa y, claro, que eso lastraba mi carrera. Y no he sido el único que se ha llevado esta respuesta», lamenta. «Esos fantasmas siempre están ahí. Si eres temporal, te pinchan con la no renovación. Si eres ‘blue’ [como se refieren a los trabajadores fijos] y sacas los pies del tiesto, ya sabes lo que te va a caer».

«Nos sentimos estafados»

Foto: EFE.
Foto: EFE.

«Este trabajo desgasta mucho. Hay una monitorización continua, te hacen un perfil y un control del rendimiento milimétrico y en algunos puestos tienes que pegarte unas palizas físicas tremendas«, resume Laura, trabajadora desde hace más de año y medio. «Estás dispuesto a aceptar todo esto con ciertas condiciones, pero si te quitan esos beneficios como te los quitan… Pues te sientes estafado».

Señala algunas de las pérdidas de derechos que ha traído consigo el ‘conveniazo’ del 1 de abril: supresión del día de asuntos propios,eliminación de la categoría T2 y con ello de «una de las pocas maneras de ascender», bajada del precio de las horas extra, «jornadas de nueve horas cuando haya picos de trabajo»… «Todo eso se ha hecho unilateralmente, sin negociar. Y, claro, los humos están calentitos».

Este trabajo desgasta mucho. Y decides aceptarlo con ciertas condiciones, pero si las quitan…

«Yo también he parado todos los días. Es algo asumible, porque tengo el sueldo de mi chico. Pero tengo una hija y 120 o 150 euros menos un mes se notan«, comenta la joven. «Yo al final me acogí a la caja de resistencia que montó CGT y pude recuperar parte de lo perdido con la huelga del Prime Day, pero entiendo que haya gente que necesite el dinero».

La caja de resistencia

Foto: EFE.
Foto: EFE.

«La caja de resistencia la pusimos en marcha antes de julio para que lo económico no fuese una barrera de peso para que nuestra gente se uniese a los paros», explica Marc Balmes, uno de los miembros de CGT del comité de empresa. «Se aportaba un dinero con el que se hacían camisetas, pancartas y otras cosas para las protestas, y con lo que se sacaba de ahí y de donaciones se cubrían esas penalizaciones salariales entre los participantes», explica. Ahora han puesto una segunda edición en marcha, después del «éxito de la primera». «Lo abrimos a los demás sindicatos, pero consideraron que no era el momento».

Balmes reconoce que es normal el cansancio. «Al final, hay mucho trabajo de presión por los jefes de área. Tienes que tratar con ellos por vacaciones y por otros asuntos. Te preguntan y te dejan deslizar esto y aquello. Además, la empresa juega mucho con la desinformación. Por ejemplo, en marzo organizó grupos de 30 trabajadores para explicar su propuesta y se centraron en atacarnos a nosotros y decir que no negociábamos. Al final, si estás con el martillo repitiendo, el mensaje cala en cierta parte de la plantilla».

«En julio confiábamos en que se hiciese alguna oferta de última hora y por eso la organización de la huelga fue más improvisada», cuenta. Ahora asegura que la protesta se lleva poniendo a punto desde hace tres semanas. «Creo que la hemos planteado con tiempo y estoy seguro de que va a salir bien».

¿Dos bandos sindicales?

Douglas Harper, representante de CCOO, durante la huelga de julio. (EFE)
Douglas Harper, representante de CCOO, durante la huelga de julio. (EFE)

El calendario que han organizado no se limita a las huelgas de este viernes y este sábado. También pararán cuatro jornadas durante el puente de la Constitución así como el 15 y el 30 de diciembre, además del 3 de enero. «Se trata de influir al máximo posible en la campaña navideña», reconocen. «Aunque sean muchos días, involucran a muchos turnos y, por tanto, la carga es menor».

«Son 12 días de paros totales, pero con este reparto laminado son tres días los que tocan a cada trabajador«, defiende Douglas Harper, representante de Comisiones Obreras en el comité de empresa. Estos dos sindicatos, CGT y CCOO (que suponen el 75% de este órgano de representación laboral), han sido los que han impulsado esta nueva batería de protestas. Tanto la comunicación como la organización han dejado entrever ciertas diferencias con UGT y CSIT, que hubiesen preferido una asamblea que votase y refrendase el calendario.

La nueva batería de protestas ha sido impulsada por CCOO y CGT, los dos sindicatos mayoritarios

«Tras ocho meses de conflicto, no podemos parar la lucha. Ha quedado constatado que la empresa no está por la labor de negociar, así que hay que seguir peleando», sostiene Harper en declaraciones a Teknautas.

«Nosotros, desde CSIT, vamos a hacer huelga el viernes, el sábado y el resto de días que se convoque», asegura José Manuel Rosado, miembro de esta organización sindical y también del comité de empresa. «Hay que tener en cuenta que esto es una carrera de fondo. Hay otra dimensión, la judicial, que lleva otros ritmos», admite. Rosado recuerda que los tribunales y las inspecciones de Trabajo son «una medida de presión tan efectiva como las huelgas».

La vía judicial

Centro logístico de Amazon en San Fernando de Henares. (Archivo)
Centro logístico de Amazon en San Fernando de Henares. (Archivo)

Habla de juicios pendientes y multitud de demandas que deberían llegar en las próximas semanas. «Gane el que gane, habrá un recurso por la parte que pierda y eso puede dilatar mucho el proceso. Se puede ir fácil a dos o tres años«, pronostica Rosado. Y por ello aboga por «no quemar a la plantilla» con un calendario muy intenso de huelgas para no perder fuerza. Además, reclama que este tipo de movilizaciones se aprueben con el voto de la plantilla en una asamblea. «Surgen dudas, preguntas, hay gente que en este tiempo ha pasado de temporal a fija… Quién sabe si en marzo tienes una resolución judicial que te favorezca y necesitas presión en la calle y la gente ya está quemada, tienes que pensar a largo plazo».

Desde CGT y CCOO responden a este planteamiento afirmando que «seguir con los paros no significa renunciar a la vía de los tribunales».«Tenemos ya varias en marcha y otras preparándose», argumenta Balmes. «Sin embargo, la empresa no te lo pone fácil. Nosotros llevamos reclamando los contratos de los temporales que se ficharon en el marco de las huelgas de marzo y julio y aún no nos los han facilitado. Cuando lo hagan, podremos ir a los tribunales también por el tema del esquirolaje».

Respuesta de Amazon

Preguntados desde Teknautas por la nueva convocatoria de huelgas, así como por las supuestas presiones y la pérdida de derechos que denuncian los trabajadores, Amazon España nos ha remitido la siguiente valoración:

En Amazon creemos en mantener un diálogo abierto y directo con nuestros empleados. Hemos creado más de 2.000 empleos permanentes en España desde 2011. Estos trabajos cuentan con un salario competitivo, un paquete completo de beneficios y programas de formación innovadores como Career Choice, que financia el 95% de los estudios para nuestros empleados.Animamos a cualquiera a que venga a verlo por sí mismo haciendo un ‘tour’ en alguno de nuestros centros logísticos.Para más información, consultar: http://es.amazonfctours.com”.

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