“Debemos estar preparados para detener las imprentas” | Tecnología | EL PAÍS

 Madrid 12 MAR 2015

“Debemos estar preparados para detener las imprentas” | Tecnología | EL PAÍS.

Suya es esta frase sobre los medios de comunicación en el nuevo escenario plenamente digitalizado: «El control de Internet lo tiene la gente, es de la gente. Ahí somos unos meros invitados, y si no añadimos valor, sobramos». El reconocido profesor de periodismo y analista de medios Jeff Jarvis (Washington DC, 1954) habla claro e interpela directamente a los grandes medios: «No me cabe ninguna duda de que EL PAÍS, The GuardianThe New York Times…pueden sobrevivir, ¡pero deben espabilar!» La franqueza del prestigioso gurú se ha impuesto este jueves en el diálogo que ha mantenido con el presidente de PRISA, Juan Luis Cebrián, sobre el futuro de los medios de comunicación de masas en «La escuela de El Talento» de Cinco Días. «¿Los periódicos de papel van a desparecer o ya hemos desparecido y no nos hemos enterado?», le ha preguntado Cebrián. Su respuesta molestará a los que tengan querencia al papel: «Debemos estar preparados para cuando llegue el momento de detener las imprentas”.

«La pregunta que tenemos que hacernos», ha reflexionado Jarvis, «es: ¿Qué es el periodismo? ¿Por qué es valioso lo que hacemos? La sociedad necesita información creíble, fiable, y va a seguir necesitándola». Hasta ahí lo reconfortante, porque el desafío es enorme. «Ahora, los periódicos tendrán que ser plenamente sostenibles y rentables como empresas digitales. Si cuando llegue el momento de la desaparición del papel no somos rentables, moriremos», ha pronosticado. «No digo que debamos parar las máquinas mañana, pero sí debemos estar preparados para cuando ese momento llegue». Al contrario de lo que pueda parecer, esto no ha hecho más que empezar, ha augurado el periodista: «Creemos que el cambio va rápido pero estoy empezando a pensar que no, que estamos solo al principio del gran cambio».

El modelo de negocio en el ecosistema digital es la quebradura de cabeza, y Juan Luis Cebrián ha planteado al analista si la solución puede estar en el llamado muro de pago (paywall, en inglés, cobrar por acceder a la información en la web), o en un modelo de suscriptores. Jarvis, periodista y profesor de periodismo, carga contra el gremio: «Cuando hablamos de paywall el debate se torna muy pasional. Decimos: ‘La gente debería pagarnos’. O, también: ‘Antes pagaban, deberían seguir pagándonos”. Pero el mundo ha cambiado, hay muchísima competencia», ha admitido el escritor y bloguero, autor de tres libros, Y Google, ¿cómo lo haría? , Partes públicas El fin de los medios de comunicación de masas. Los periodistas, opina, tienen que dejar de creer que todo el contenido que ellos hacen es exclusivo y por eso debe pagarse. «No estoy en contra de cobrar por el contenido periodístico, pero si es único. Pero esta idea de que todo nuestro contenido es único, que nadie lo tiene… me temo que eso se ha acabado».

En el nuevo escenario en el que los medios dependen de Facebook y Google para distribuir sus contenidos, Jarvis aboga por negociar con las gigantes de Internet y buscar una relación de beneficio mutuo. Obtener su «ayuda tecnológica y datos» y ofrecer a cambio un contenido, el periodístico, que también necesitan. «Facebook y Google conocen mejor nuestros contenidos y nuestros lectores que nosotros mismos», ha abundado en una entrevista en EL PAÍS.

La organización empresarial de las empresas periodísticas es otra de las incógnitas del modelo de negocio: ¿grandes grupos o startups?, se le ha interpelado. «Hay una enorme oportunidad en el campo empresarial. Hay riesgos, pero también es arriesgado no crecer. Creo que se abren paso nuevas realidades laborales, los periodistas trabajarán en equipos pequeños, multifuncionales, con diseñadores, maquetadores…Y eso a pesar de que les enseñamos a ser lobos solitarios», ha explicado. Su idea tiene que ver más bien con llevar a cabo startups integradas en las grandes marcas, «como la de EL PAÍS, que vale muchísimo», ha indicado. Algo así, ha expresado, como «átomos más pequeños que componen una molécula».

La privacidad en la Red, el derecho al olvido, son otros debates propios de estos tiempos para los que Jarvis tiene respuestas francas y arriesgadas. El periodista ve más beneficios en la apertura. «Lo público es público, punto. Lo importante es la tolerancia de las sociedades con los errores ajenos. En EE UU se despide a una profesora por aparecer en una imagen bebiendo una cerveza. Aquí se han violado los derechos de esa profesora, pero el problema es que no somos tolerantes». El colectivo homosexual es otro ejemplo. «Estaban encerrados en el armario, salieron en público y lograron el cambio. Esa tolerancia que resulta de la apertura es un paso hacia delante. ¿Qué tememos? ¿Lo público o la intolerancia de los demás?», ha concluido.

El gurú apuesta también por la especialización, por lectores que reciban la información que demandan y no toda la que se genera. «Confieso que ni soy hombre ni soy americano, porque no me interesan los deportes en absoluto, y el New York Times me brea cada día con la información deportiva», ha ironizado Jarvis. «Sin embargo, me interesa mucho la información sobre los medios, y me hace buscarla». «No customices todo, pero no actúes como si todos vamos a consumir el mismo producto final», reflexiona. Y no ve riesgo de que los ciudadanos acaben encerrados en su propia burbuja. «Hay estímulos por todos los lados. No creo que vayamos a acabar todos bajo un caparazón».

Los periodistas, los empresarios de los medios de comunicación, viven con inquietud los desafíos. Juan Luis Cebrián le ha pedido a Jarvis, para terminar, un mensaje para los estudiantes de periodismo, si acaso los más preocupados de todos por el futuro. «Si yo creyera que no hay un futuro para el periodismo sería un fraude, porque soy profesor de periodismo [lidera además el Tow-Knight Center para el Periodismo emprendedor en la Escuela de Periodismo CUNY]. Claro que lo hay», les ha expresado. «Avanzamos hacia una era de la especialización, habrá nuevas especialidades, y también cabe la posibilidad de ser un empresario. Los jóvenes pueden coger las riendas de su futuro si son lo suficientemente valientes».

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