La industria editorial: un primer semestre con cifras negativas (Argentina)

La industria editorial: un primer semestre con cifras negativas (Argentina)

Daniel Gigena LA NACION

Se presentó ayer en la sede de la Cámara Argentino del Libro (CAL) el informe sobre la producción de libros en el país durante el primer semestre de 2016. Las cifras y porcentajes que brindó la CAL por medio de sus representantes confirmaron los pronósticos que en las librerías se habían anticipado semanas atrás. La venta de libros cayó, en promedio, el 22% respecto del mismo período de 2015. «Varios libreros nos hicieron llegar sus inquietudes en los últimos meses», señaló Martín Gremmelspacher, vicepresidente 1° de la CAL y presidente de la Fundación El Libro. Los costos fijos de las librerías aumentaron tanto que, ya sea en la ciudad de Buenos Aires como en otras ciudades de las provincias, sus dueños debieron mudarlas a zonas con alquileres más bajos o cerrar definitivamente sus puertas, como ocurrió a fines de agosto con la librería El Vitral.

Fuente original: La industria editorial: un primer semestre con cifras negativas – 15.09.2016 – LA NACION.

Luis Quevedo, vicepresidente de la CAL y director editorial de Eudeba, informó que, si bien las novedades publicadas por el sector editorial comercial (SEC) se habían mantenido estables (alrededor de 16.000 hasta julio de 2016), había caído en cuatro millones la producción de ejemplares. La tirada promedio por título, que hasta 2015 era de 3500 ejemplares, en 2016 descendió a 2900. Los sellos representados por la CAL (unos 350 de un total de 513 socios) disminuyeron su producción. La retracción en el consumo de libros fue acompañada por una retracción en la producción.

Otro dato relevante, relativo al comercio exterior, se sumó a los anteriores. En lo que va de este año, notificó la CAL, no sólo cayeron las exportaciones de libros nacionales a otros mercados sino que además crecieron las importaciones, sobre todo de libros hechos en España. En años anteriores, ambas variables iban juntas: cuando crecía la importación de libros, aumentaba también la exportación, y si bajaba una, bajaba la otra. Por otro lado, el aumento de importaciones no implica necesariamente bibliodiversidad: muchas veces lo que se importa son libros que ya se encuentran en el mercado local. Cuentos de Edgar Allan Poe, poemas de Walt Whitman, ediciones económicas de novelistas rusos o franceses en las chispeantes versiones hispanas saturan las grandes cadenas de librerías que son, también, las principales importadoras de libros. Se anunció además que algunos sellos locales habían empezado de nuevo a imprimir en el extranjero. Gremmelspacher estimó que para 2016 el saldo negativo en el área del comercio exterior rondaría los 40 millones de dólares.

Rarezas del mercado local

«Creció mucho la impresión por demanda», informó la presidenta de la CAL, Graciela Rosenberg. Agregó que algunas editoriales, para testear la repercusión de un libro, lanzan modestas tiradas de cien o trescientos ejemplares para ver cómo funcionan en librerías. Otros sellos, cuando quieren acompañar la visita de un escritor extranjero, imprimen quinientos ejemplares para que los títulos del visitante se exhiban en las mesas de las principales librerías. La impresión por demanda a pedido de los lectores, señaló Quevedo, no corre la misma suerte.

La mentada revolución del libro digital, que inundó páginas y páginas hace pocos años, aún no ha tenido lugar, ni en la Argentina ni en el mundo (en Alemania alcanza el 7% de las ventas anuales de libros y en Estados Unidos cayó al 12% el año pasado). En el mercado local apenas representa el 1% de las ventas y el 18% de la producción; en muchos casos, esto sólo consiste en la replicación de los títulos que más se venden. Quevedo contó que en su última visita al país, el historiador estadounidense Robert Darnton había comentado que los copistas habían sobrevivido trescientos años a la invención de la imprenta. «Algunos cambios tecnológicos son más lentos que otros», señaló. Larga vida al libro de papel.

Números en baja

22%

Es la caída registrada en las ventas

US$ 40

Millones

Se estima que será en 2016 el saldo negativo del comercio exterior

2900

Es la tirada promedio de ejemplares en 2016; 1400 ejemplares menos que el año pasado

5023

Es la cantidad de títulos publicados en el primer semestre de este año, contra 5226 de 2015

18%

Sólo ese porcentaje corresponde a las ventas de libro electrónico; el resto es del libro en papel

Artículos relacionados