Situación y proyecciones del mercado global del eBook

El mercado del libro electrónico en Estados Unidos ocupa ya cifras de casi el 20 por ciento del total de libros vendidos, que pronto también se alcanzarán en el Reino Unido, según un informe reciente sobre el sector editorial. De algunos títulos se llega a vender más de un millón de copias digitales, y regularmente aparecen en las listas de ventas, con una disponibilidad cada vez más amplia. Además, cada vez incorporan más herramientas dirigidas a los autores y lectores para la creación y distribución de eBooks.

El estudio sugiere que tras observar todos estos datos es fácil argumentar que esta nueva dimensión de los libros se encuentra en una trayectoria de crecimiento importante. Y esta misma dinámica de crecimiento está lista para plantearse a nivel mundial a corto plazo, como ha sido el caso de otros contenidos digitales accesibles a través de Internet (música, vídeo, juegos, e información).

Esto es lo que establece el informe “The Global 2011 eBook Market: Current Conditions & Future Projections”, llevado a cabo por Rüdiger Wischenbart, consultor del sector editorial especializado en mercados internacionales.El objetivo del estudio ha sido analizar los mercados internacionales de libros electrónicos y proporcionar información para una mejor comprensión de los desafíos y oportunidades en estos mercados.

Pero según el informe, esta marcha hacia lo digital no es tan irremisible, ya que,
aunque la digitalización del mercado del libro es hoy en día una realidad en Estados Unidos y el Reino Unido, y en tres años podría serlo en otros países, la generalización de esta situación a escala mundial solo será posible si concurren ciertas condiciones, como ha sucedido en los países donde el libro electrónico ya es una realidad con peso.

El estudio incluye datos de los principales mercados de Europa: Alemania, Francia, España, Italia, Suecia, Países Bajos, Austria, Eslovenia y Polonia. En muchos de estos países, el mercado del libro se ve afectado por diversas políticas de regulación en apoyo a la industria editorial, que incluyen estrategias de precio fijo para los libros (como en Alemania, Francia o Austria) o la reducción del IVA sobre los libros impresos (a partir de ahora no se aplica a los libros electrónicos, lo que resulta una importante distorsión del mercado al diferenciar entre libros impresos y electrónicos). Los debates políticos sobre la cultura del libro también rigen los mercados en mayor o menor grado.

Estados Unidos, con una cuota de mercado digital del seis por ciento en 2010, según el informe, ha alcanzado el 13 por ciento entre mayo de 2010 y 2011, y podría alcanzar el veinte por ciento a principios de 2012. El Reino Unido iría a la zaga; y el resto, en torno al uno por ciento. De acuerdo con el estudio, el siguiente mercado «en digitalizarse» podría ser el alemán, que debería rebasar la cuota del diez por ciento en 2015, mientras que España e Italia llegarían a esa fecha algo por debajo de este índice.

El de los materiales educativos será un sector impulsor de la publicación digital en los nuevos mercados emergentes, previsiblemente objeto de importantes programas y políticas gubernamentales, según el estudio. Otro factor significativo que distingue a los mercados objeto del estudio es el impacto de algunas de las compañías más influyentes y poderosas, como Amazon (Kindle), Google Editions, Apple (iTunes), o Kobo, con sus populares dispositivos de lectura y su capacidad de distribución, así como con la disponibilidad, a nivel mundial, de materiales de lectura en inglés.

Pero, según el informe, este salto digital podría no darse o verse afectado por cuestiones como la piratería, causando perjuicio a la industria y a los escritores. También adevierte que varias y cambiantes son las condiciones que se precisan para que la digitalización del mercado del libro sea una realidad en todo el mundo.

La primera, que surja en el mercado un operador como Amazon con lectores conectados directamente a una tienda online que simplifique al máximo la compra. Solo Kindle ha sido el detonante del éxito en los dos grandes países anglosajones (Estados Unidos y Reino Unido), pero Apple y cada vez más cadenas de librerías con un dispositivo propio (Barnes & Noble) son alternativas factibles. Y en segundo lugar, que el libro esté disponible en el mayor número de dispositivos lectores posibles, ya que no hay un modelo único, ni definitivo.

En Estados Unidos y Europa parece que se impondrán las tabletas para la lectura más dispersa y menos atenta, y los e-Readers para la lectura más intensiva. En Asia, los teléfonos móviles y los PC´s son los sistemas preferidos de lectura. En China, no sólo hay una amplia variedad de dispositivos de lectura desarrollados y comercializados a nivel local, sino que también, en gran medida, hay diferentes hábitos de lectura y edición digital, debido a la utilizació tanto de smartphones (teléfonos inteligentes) como de ordenadores para el consumo y acceso al contenido del libro. Asimismo, la piratería es un patrón de crecimiento en todos los mercados emergentes de libro electrónico, con diferentes grados de impacto.

Por otra parte, aunque los eBooks pueden viajar sin problemas por todo el mundo, siendo distribuidos en internet gracias a la Organización Mundial del Comercio (OMC), de acuerdo al impulso del libre intercambio de bienes e información, las resistencias fiscales (un IVA más alto) y culturales de cada país, pueden ser también un obstáculo en el funcionamiento de los mercados. Y otra barrera puede ser el hecho de que los distribuidores todavía no estén interesados en los pequeños y en los nuevos y más complejos mercados.

El informe completo del estudio (en inglés) está disponible en este enlace.

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