Navarra, tierra de librerías. Diario de Noticias de Navarra

Navarra, tierra de librerías. Diario de Noticias de Navarra.

 PAULA ECHEVERRÍA – Domingo, 27 de Julio de 2014 

Navarra vive hoy una singular situación en lo que al gremio de librerías se refiere. A pesar de los tiempos difíciles y de los obstáculos que ponen las políticas de recortes a la cultura, los comercios del libro han proliferado en los últimos años, hasta el punto de llegar al momento actual en que la Comunidad foral es la sexta de todo el Estado con mayor densidad de librerías por habitante, y nada menos que la segunda de entre las CCAA de menos de un millón de habitantes, por detrás únicamente de La Rioja. Así lo reflejan los datos de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros relativos al Mapa de Librerías en España del año 2013.

En paralelo al aumento de librerías, Navarra ha entrado de lleno en el fenómeno de librería independiente, un modelo en auge en un contexto de crisis en que vuelve también el aprecio por lo pequeño, por lo cercano y lo familiar, por esos proyectos que preservan los valores que la mayoría de las grandes cadenas comerciales se saltan por alto sin ningún tipo de remordimiento, aplicando el todo vale si eso garantiza la venta.

Según el informe de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros, España está actualmente a la cabeza en Europa en número de librerías, representando éstas el 16,9% del conjunto de librerías europeas; aunque mientras los demás países suben en número de librerías, España, que también tiene el mayor numero de obras publicadas de Europa, baja. De hecho, el descenso en los establecimientos en los últimos cinco años ha sido del 21,5%, pasando de las 7.074 librerías en el año 2008 a las 5.556 en 2012.

Navarra, en concreto, registra según los datos de 2013 un total de 77 librerías, una cifra más que considerable dada su extensión y su población (644.566 habitantes). Y se da la particularidad de que en territorio foral, en especial en Pamplona, conviven todos los modelos de librerías: tradicionales, nuevas, reconvertidas; independientes y otras que operan dentro de grandes cadenas. ¿Realmente hay sitio para todas, o se ha llegado a una situación que se va a demostrar insostenible en los próximos años?

Walden y Chundarata han sido las últimas en sumar su actividad a este mapa, y las reconversiones de La Hormiga Atómica -hoy Katakrak- y Auzolan han dado aires nuevos a esta tierra fértil en librerías, en la que resisten también establecimientos ya tradicionales como El Parnasillo, Gómez, Librería Universitaria o la cadena Elkar, entre otros.

“Navarra vive una situación ambivalente, ya que mientras el sector en general cae y más de 1.500 librerías han cerrado en España desde 2009, en Navarra y concretamente en Pamplona están surgiendo nuevos proyectos libreros que reivindican la literatura, los libros y al librero como figura prescriptora dentro de la ingente masa editorial que se produce en nuestro país”, analiza Unai Pascual, librero de Auzolan. En su opinión, esto se debe “al exceso de oferta homogeneizada de las librerías tradicionales y cadenas de librerías y a la aparición de las denominadas editoriales independientes”. Esto hace que ahora mismo la diversidad de oferta que hay en Navarra sea “increíble”. “Ahora convivimos más librerías que nunca y la posibilidad de encontrar un gran libro es enorme”, añade Pascual. A su juicio, “la sensación, muchas veces , es de que el libro está muerto, de que todo desaparece, y se habla de que el e-book se consolida con el 3,7 % de la ventas totales del sector (es decir que el 96,4% sigue siendo el papel)… El 99% de la noticias hablan del e-book como el gran mal del libro, y eso con datos en la mano es mentira, ningún medio habla de lo que significa el recorte presupuestario en las bibliotecas, de los cambios para los profesores, Amazon y el tema de la nueva industria de la auto-edicion”, apunta el librero de Auzolan. “El asunto es que algunos de estos cambios son dados por cuestiones sociales que son necesarias, pero otros esconden intenciones ideológicas y económicas, y yo soy partidario de que la llave al conocimiento humano, esté repartida en muchos y no solo uno tenga esas llaves”, reflexiona.

Cambio en el consumo

Y un relevo generacional

Es innegable el nuevo panorama al que se enfrentan los libreros, aunque desde la librería de arte Mequierovivir, que abrió sus puertas en Pamplona a finales de 2010, Pitxu y Bea están seguras de que “el sector lo sabrá solventar”, a pesar de que -subrayan- “ha habido algunas decisiones nefastas como los recortes presupuestarios a las bibliotecas y a otros ámbitos de la cultura y la educación”. Ellas se alegran “muchísimo” de que en Navarra, y en concreto en su capital, sigan abriendo librerías: “¡Eso es una gran señal de que el libro como tal, muchas hojas de papel encuadernadas, está vivo! ¡Y por lo tanto la literatura también!”, celebran.

Maider y Raquel, de Chundarata, librería especializada en literatura infantil y juvenil y en ilustración que abrió sus puertas hace ya casi dos años con la idea de ser “un espacio no solo de venta sino también de encuentro y de talleres en torno al libro”, aseguran que “el tipo de consumo en este momento ha cambiado y, frente a las cadenas y los grandes establecimientos, todos preferimos un trato personalizado y un producto más seleccionado, por eso nos animamos a echar a andar”. Reconocen que el consumo ha bajado, “pero ha pasado en todos los sectores, la gente compra menos y selecciona más. Además el Gobierno ha reducido mucho las partidas para colegios y bibliotecas”, subrayan. En su opinión, los grandes problemas del sector ahora mismo son “que las cadenas como Amazon, o cadenas más pequeñas, hacen descuentos en los libros, cosa que los pequeños no podemos hacer y además el precio del libro está fijado; y por otra parte las grandes editoriales, que están vendiendo directamente a los colegios, saltándose a las librerías, haciéndoles descuentos que nosotros no podemos permitirnos”, señalan.

Desde la librería-café Walden, Daniel Rosino apunta que “está claro que si ha habido tantas y tan buenas librerías en Pamplona en los últimos años, los últimos 25 años por ejemplo, y se han sostenido es porque hay lectores”. “Es verdad que institucionalmente antes había más gasto público (universidades, bibliotecas…) pero imagino que el día a día se apoya en los lectores. Y creo que lo que ha sucedido en Pamplona en los últimos cinco años, cuando han aparecido varias librerías independientes, es que se ha producido un relevo generacional en elgremio de libreros. Más o menos todos los nuevos tenemos la misma edad, no pasamos de 40, y coincide además con otro relevo generacional en el ámbito de las editoriales a nivel nacional: los editores de los años 70 y la Transición dejan paso a los jóvenes que han entrado a trabajar en grandes editoriales donde han aprendido el oficio y se hanindependizado o han cursado un par de buenos máster en edición en Madrid y Barcelona donde se ha generado un caldo de cultivo de gente nueva y con ganas de hacer cosas. Lo que significa que, al haber nuevas propuestas editoriales y editarse buenos libros, las librerías lógicamente resistirán mejor”, afirma.

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