Planeta contra Penguin Random House: guerra abierta entre dos colosos editoriales

Planeta contra Penguin Random House: guerra abierta entre dos colosos editoriales

Paula Corroto / elconfidencial.com

Tsunami en el mundo editorial. La guerra que tienen desde hace años el Grupo Planeta y Penguin Random House por liderar la industria del libro en España ya es abierta y se acaba de saldar esta vez con una derrota para el conglomerado de origen alemánJavier Cercas y Manuel Vilas pasan a engrosar el catálogo editorial del grupo de la familia Lara después de años en la plantilla de Penguin tras resultar ganador y finalista del Premio Planeta, el mayor dotado económicamente en España.

Fuente original: Planeta contra Penguin Random House: guerra abierta entre dos colosos editoriales.

La operación, según las fuentes consultadas, empezó hace ya un año. Y el correoso asunto del dinero tiene mucho que ver. El Planeta está dotado con 600.000 euros, pero en el traspaso de Cercas a Planeta —o la vuelta a casa del hijo pródigo, ya que el autor extremeño afincado en Cataluña publicó en Tusquets ‘Soldados de Salamina’, novela de la que se vendieron más de un millón de ejemplares—, esa cantidad es solo una mínima parte de un contrato que se calcula sobrepasa el millón de euros. Según apuntan fuentes de la industria, el título de carácter policiaco con el que ha ganado el galardón sería el primero de una próxima colección de novelas negras que Cercas ya estaría preparando. Cambio de tendencia, cambio de editorial y premio bajo el brazo. Y no parece por tanto que el escritor vuelva otra vez al sello en el que publicó novelas como ‘El impostor’, ‘Las leyes de la frontera’ y ‘Anatomía de un instante’.

Cercas juega en una liga en la que no hay muchos jugadores, aquella que cuenta con el espaldarazo de la crítica y de los lectores, con ventas que suelen superar los 100.000 ejemplares. Precisamente, uno de los últimos en sumarse a ella es el hoy finalista Manuel Vilas, que llegó a esa cifra con ‘Ordesa’, novela publicada en Alfaguara. Hasta entonces, batallaba en posiciones más minoritarias con novelas como ‘El luminoso regalo’ y ‘Los inmortales’, además de poemarios como ‘Gran Vilas’ y ‘El hundimiento’.

De hecho, Vilas había renegado hasta la fecha de la llamada literatura comercial e incluso del propio Premio Planeta. En una entrevista digital al periódico ‘El País’ en 2013, señalaba: “No me imagino a Franz Kafka ganando el Premio Planeta. Creo que los escritores comerciales le han hecho un daño irreparable a la literatura y la mezcla de literatura y productos editoriales es muy perniciosa. Aunque ya da todo igual. Es el fin de una época”. Siempre se puede cambiar de opinión y los 150.250 euros que recibe el finalista del Planeta tampoco son para menospreciar.

Golpe a Penguin

Estos días se ha vivido un gran malestar en el seno de Penguin Random House. Cercas y Vilas eran dos de sus mayores puntales en lengua castellana. Por prestigio y por ventas. José Creuheras, el presidente del Grupo Planeta, había manifestado recientemente que su editorial era más de “lectores y autores” que de otro tipo de operaciones. Repudiaba así negociaciones como las que ha llevado a cabo Penguin en los últimos años y que han derivado en la compra de varios sellos editoriales. En 2014, se hizo con Alfaguara, Taurus o Suma de Letras, del Grupo Santillana, en una operación que se saldó por 72 millones de euros. En abril de 2017, compró Ediciones B por 40 millones de euros, llevándose un catálogo que incluía el fenómeno de Mortadelo, de Francisco Ibáñez. Y este año se hacía con Salamandra —y todo el legado de Harry Potter— y con La Campana Llibres, que posee los últimos grandes’ bestsellers’ en catalán, como ‘Victus’, de Albert Sánchez Piñol.

La estrategia de Penguin Random House, lanzada por su casa madre, los alemanes de Bertelsmann, ha sido crecer en el mercado español y mordisquear el trozo de la tarta que aún posee Planeta. Sin embargo, la casa de los Lara aún va ganando: posee el 23% de la cuota de mercado —según confirmó estos días Creuheras—, mientras que Penguin sigue a la zaga con un porcentaje que ronda el 20%. Y estos dos zarpazos le han hecho daño.

Desde hace tiempo, la industria editorial española, que facturó el año pasado 2.364 millones de euros, según las cifras de la Federación del Gremio de Editores (FGEE), se haya prácticamente monopolizada por estos dos grupos, que poseen más de un tercio de toda la tarta. En medio, apenas quedan editoriales independientes, mientras que en el tercer escalafón —y el cuarto y el quinto—, se encuentran centenares de pequeños sellos.

La estrategia de Penguin ha sido crecer en el mercado español y mordisquear el trozo de la tarta que aún posee Planeta

Precisamente, algunas de estas editoriales medianas, como Anagrama, se han visto mermadas en los últimos años por robos de autores. De los más sonados fueron el de Enrique Vila-Matas, que pasó del sello de Jorge Herralde a Seix Barral (Planeta) en 2009, o el que ya es un caso mítico en la industria: Javier Marías abandonó a Herralde y se marchó a Alfaguara allá por los noventa. Por entonces, se dijo que se había manejado una cifra de 25 millones de pesetas (150.250 euros).

Han pasado más de 20 años de aquello, pero aún escuece en Anagrama. En una entrevista en el último número de la revista ‘Letras Libres’, Herralde todavía señalaba que aquello fue “una experiencia incómoda”. Además, el editor, sin citar explícitamente a Marías, confesaba ante este tipo de fugas que “hay algún autor con más ego que un dromedario que querría ser el único autor de la editorial y que todos los mimos fueran para él. Y eso es imposible”. Eso sí, Herralde también se descargaba aduciendo que “si un gran grupo les ofrece una cantidad desorbitada que no tiene nada que ver con las ventas para apuntarse los galones de tener en su catálogo a determinados autores, hay que aceptarlo”.

En Penguin Random House, van a tener que aceptar la marcha de Cercas y Vilas, que comienzan una nueva andadura en Planeta. El mayor grupo editorial se posiciona así en ventas y en prestigio literario, lo que lleva buscando desde hace tiempo con el premio. Pero la contienda aún no ha acabado. Los dos colosos son imparables y habrá que ver qué otros se van quedando por el camino en la guerra abierta que ya se ha desencadenado.

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