Reflexiones sobre el mercado del libro en Argentina

Reflexiones sobre el mercado del libro en Argentina

Manuel Gil / antinomiaslibro.wordpress.com/

Durante mi estancia en la presente edición de la “FIL de Buenos Aires”  tuve la ocasión de hablar con numerosos editores y distribuidores de ese país, pues bien, observé una cierta preocupación por la situación actual del sector en el país, pese a tener una estructura bastante  desarrollada.

Fuente original:

Reflexiones sobre el mercado del libro en Argentina – Antinomía libro.

Argentina tiene un tejido de librerías (con fondo) muy potente, en torno a 1200  librerías, con un 70% de naturaleza independiente, es decir, sin pertenencia a cadenas, y unas redes de bibliotecas de bastante capilaridad, unas 1500 bibliotecas populares, de naturaleza comunitaria y apoyo estatal mediante subsidios, y más de 2000 bibliotecas públicas (generales o especializadas). En cuanto a editoriales el censo se sitúa en torno a 400, entre comerciales, universitarias y de autopublicación. Las editoriales producen unas 27000 novedades y en torno a 60 millones de ejemplares, la venta es mayoritariamente para el mercado interior, siendo la cifra de exportaciones un poco baja. Pues bien, pese a todo esto, la caída de ventas en estos últimos años se sitúa en torno al 25%.

Veamos algunos de los problemas que me transmitían los editores y distribuidores argentinos referidos a la situación del sector, y hago aquí referencia también a varios informes que tuve la ocasión de consultar. Dos informes de la Cámara del Libro de Argentina ciertamente importantes, por un lado “El Libro Blanco de la Industria Editorial Argentina 2017“, y por otro el “Informe de Producción del Libro Argentino 2017” y  un último publicado por el ICEX (Instituto de Comercio Exterior de España) que es bastante interesante, “El Comercio Exterior del Libro en Argentina 2018“.

  • En primer lugar la carencia de competitividad del libro argentino en función de los costes de producción. El Libro Blanco de la Industria Editorial Argentina 2017 nos muestra que la diferencia entre imprimir en Argentina e imprimir en el exterior es entre un 51% y un 66% más caro, esta carencia de competitividad es crítica para afrontar, tanto los precios en comercio interior, como un imprescindible aumento de exportaciones.
  • Las exportaciones  pasan de 30,7 millones de dólares (FOB) en 2013 a 24,5 en 2017, un 20% menos, siendo Chile, Perú y Uruguay los tres primeros destinos y situando a España en el décimo lugar, y México en el quinto. Los dos mercados más grandes de habla hispana no están entre los primeros lugares de destino. La baja cifra de exportaciones va ligada a la baja competitividad de los costes argentinos en el exterior, mostrando un empequeñecimiento del mercado editorial, pero también puede analizarse como una muestra potencial de desarrollo si se corrigiesen algunas desviaciones.
  • Pero lo que a mi juicio resulta más llamativo es el tema de las importaciones.  Una vez se suprimen las restricciones a la importación, que estuvieron vigentes entre 2010 y 2015, éstas han aumentado de manera espectacular, pasando de 52,2 millones de dólares (CIF) en 2013 a 129,2 en 2017, un aumento del 147%.  Ni que decir tiene que la balanza comercial ha empeorado en estos años un 386%. En estos momentos  Argentina es el segundo importador de libros de la región, cuando en 2015 era el octavo,  siendo España el principal proveedor, con el 51% del total de importaciones. España vendió a Argentina 63 millones de dólares, una cifra record, aunque todavía la cifra no se acerca al volumen alcanzado en 2011. Además, España cuenta con 30 filiales en el país.

En este sentido, reflejo aquí algunas reflexiones que me hacia el consultor colombiano “Bernardo Jaramillo“, gran experto en circulación del libro en América Latina,  respecto a las importaciones de libros de Argentina:

  • Las importaciones de libros en 2017 apenas superan entre (6 y 8%) las de los años 2001 y 2011, los más altos del período.
  • Las importaciones desde España aún no recuperan el valor que tenían en 2001. En ese año, las importaciones desde España representaban el 58,8% del total importado. Para 2017 ese porcentaje se redujo a 51,0%.
  • Las importaciones desde China-Hong Kong pasan de representar 3,5% en 2001 a 34,7%, entre 2001 y 2017. ¿Sustitución de la manufactura local? Puede ser.
  • América Latina pierde peso en el mercado del libro en Argentina. Las importaciones desde los países vecinos pasan de representar 24,3% a 3,3%, entre 2001 y 2017. ¿Habrá mucho contenido de servicios de manufactura en esas importaciones?

En el área de edición digital hay que señalar que representa un 17% sobre el total producido. Se editaron 4.861 libros electrónicos, un 50% (2409) fueron libros que se publicaron también en edición impresa, y otro 50% (2396) exclusivamente digitales. Parece una línea que tiene mucho desarrollo a futuro para las editoriales comerciales, pues todavía presenta una gran concentración en ediciones universitarias y organismos.

Un dato que me llama poderosamente la atención es el peso de la librería en el ecosistema comercial de Argentina. Un 80% de cuota de mercado, es una cifra espectacular, de la que por cierto deberíamos tomar nota en España. Sobre este punto, en una conversación con “Daniel Benchimol“, un importante consultor argentino que está siguiendo la evolución del ecommerce del libro en Argentina, me señalaba que éste comenzaba a desatarse de manera importante, le conté la experiencia española y me señaló que en Argentina al menos tienen algún marketplace nacional con peso (Mercado Libre).

En resumen, el sector editorial argentino está disminuyendo sus ventas, con unos costes de producción muy poco competitivos, lo que repercute probablemente en las exportaciones, en paralelo, una importación tan elevada en un corto período de tiempo lleva a pensar que la industria nacional se resiente de este incremento, todo ello lleva a  reflexionar sobre si el mercado del país tiene la amplitud y dimensión suficiente para  absorber este volumen de importaciones con un incremento tan súbito. La idea que parece fundamental es la de pensar que Argentina debe corregir algunos problemas estructurales si quiere competir en mercados globales y de alta competitividad. La situación presenta claroscuros, pero  no olvidemos que Argentina lideró en buena parte del siglo XX el mercado del libro hispano y su Cámara del Libro es muy potente.

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